Ya lo sabemos. Gran Hermano es el amuleto, la piedra angular, el formato estrella de Telecinco, siempre y cuando Mercedes Milá sea la conductora; lo que no sabíamos, al dar comienzo esta undécima edición, es que GH 11 se encadenaría con otro GH “adicional”. ¿No pensáis que esto es ya demasiado?
Todos aquellos fans y nostálgicos de GH tal vez vean en esta nueva edición bautizada como “GH: El reencuentro” cumplido su sueño, y es que, los directivos de la cadena y del programa, saben cómo explotar al máximo el formato y atrapar a su fiel audiencia.
A mí, sinceramente, esta estrategia me parece un poco…redundante.
Mercedes Milá cuenta en su mítico blog que mucha gente le paraba por la calle y le preguntaba: “¿Qué vamos a hacer sin Gran Hermano?”. Y yo, que me considero seguidora esporádica del programa, me pregunto: ¿Con el final de Gran Hermano se acaba el mundo? No lo entiendo.
El miércoles, cuando dio comienzo la edición, me senté a ver, tranquilamente, GH. Mi curiosidad, al igual que la de todos los espectadores, era averiguar quiénes serían los nuevos habitantes de la casa de Guadalix, y no fue sorpresa descubrir a concursantes bien polémicos entre los que se camuflaban otros que ni siquiera recordaba y como no… Arturo e Indhira.
La esencia de este GH reside en los conflictos que existen entre ellos, todos los concursantes tienen algún asunto pendiente, y ganará aquella pareja que consiga solucionar, de la mejor forma posible, sus diferencias.
Una vez descubiertos, cambié de canal, y pensé, de forma muy inocente: “Esto no lo va a ver nadie”. Pero me equivoqué, y GH pulverizó las audiencias, una vez más.
viernes, 5 de febrero de 2010
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Estoy de acuerdo, es una estrategia redundante y excesiva.
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