El mismo día que la tierra tembló en Chile, el tiempo se paralizó un instante imperceptible, a modo de recuerdo, en el resto del mundo. Y es que el terremoto de 8.8 grados en la escala de Ritcher fue lo suficientemente fuerte como para acortar el día en 1.26 microsegundos, algo puramente simbólico.
Así, al menos, lo ha comunicado un científico de la NASA, que ha confirmado que el terremoto de Chile provocó un cambio en el eje de rotación de la Tierra (aproximadamente unos 8 centímetros), lo cual se traduce en una reducción del día.
Este fenómeno no es novedoso, cuando en el 2004 otro terremoto de 9.1 grados Ritcher provocó un gran tsunami en el Índico, el día se acortó unos 6.8 microsegundos. La Tierra parece tener su límite, quizá esta sea su forma de decir: ¡Parad ya!.
domingo, 7 de marzo de 2010
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