El pasado miércoles 25 de noviembre se celebró el Día Internacional contra la Violencia Doméstica. Durante toda esta semana y en especial, el citado día, las cadenas (o al menos, algunas de ellas) se han volcado en contenidos especialmente dedicados a la mujer.
Televisión Española, como es lógico, se ha dedicado de forma más contundente a esta actividad, y del 23 al 29 de noviembre ha programado contenidos especiales, con un objetivo claro: concienciar a la sociedad.
Concienciados con la Igualdad es la campaña televisiva que ha programado TVE para toda esta semana, al igual que en otras ocasiones lo ha hecho con otras temáticas: Concienciados con la Infancia o Concienciados con el espíritu de superación.
El prime time del miércoles, TVE lo dedicó a la mujer. Como aperitivo, emitió un reportaje, a mi parecer, interesante: ”Porque yo lo valgo”, una visión retrospectiva del papel de la mujer en todos los ámbitos sociales, muy en la línea de TVE. El plato fuerte vendría con:”No estás sola, Sara”, una película diseñada exclusivamente para la televisión, protagonizada por Amaia Salamanca, actriz encasillada en su papel de Cata en “Sin tetas no hay paraíso”, serie muy criticada por la imagen que en sus tramas ofrece de la mujer. Sinceramente, me resulta un poco paradójico. Pero, con paradoja o sin ella, la tv-movie que ofreció la 1 de TVE obtuvo el liderazgo con casi 3 millones de espectadores.
Además, la cadena decidió realizar especiales de otros espacios tradicionales en su parrilla, como 59 segundos, que organizó un debate sobre la igualdad y la violencia de género, Informe Semanal , Los desayunos de TVE, o Crónicas.
Sin duda alguna, una opción que permite aparcar el sensacionalismo a un lado, y ofrece un tratamiento alternativo de temas que no suelen estar muy presentes en la programación habitual de las cadenas de televisión.
domingo, 29 de noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Mi infancia televisiva (I)
Hoy me he levantado nostálgica, suele pasar. He dado un paseo por mi mente, y he viajado al pasado…concretamente a los sábados por la mañana en los que no había deberes ni responsabilidades, y desayunaba tranquilamente en el salón viendo la tele. Si sois de mi generación (nacisteis en los ochenta y veíais dibujos también en los noventa) estaréis conmigo en que las series de entonces no tienen ni punto de comparación con las de hoy, las de aquellos años eran las mejores.
¿Quién no recuerda El Inspector Gadget, Los Trotamúsicos, Oliver y Benji, Willy Fog, Basket Fever, David El Gnomo, Blossom, Cosas de casa, Padres Forzosos, Los caballeros del zodiaco, Las Gárgolas, Carmen Sandiego, Malcolm, Pepper Ann, Delfi y sus amigos, Los Fruitis, La Pajarería de Transilvania…? Lo sé, lo sé, seguro que me he olvidado de tu favorita, pero es que hay tantas…
Mi serie, por excelencia, era Punky Brewster. No es necesario que os cuente de qué iba la serie, ¿no?
Me transmitía mucha ternura, y su originalidad me fascinaba: hubo una temporada en la que me obsesioné demasiado, y me ponía un calcetín de cada color, pura imitación. Pero dejando experiencias personales a un lado, aquella serie tenía algo especial para mí, no sabría explicaros por qué: tal vez por la colorida casa del árbol, ¿os acordáis? , o por la habitación y la cama de Punky… ¡una pasada para mis años!
La mayoría de vosotros sabréis que aquella niña rebelde y extravagante creció, cambió por completo y participó en otra serie, Sabrina (de la que yo también me consideraba seguidora hace tiempo) interpretando el papel de Roxie King, amiga y compañera de piso de la excepcional bruja.
Y como olvidarme de Cherie, la mejor amiga de Punky. A esta niña siempre la recordaré por meterse en un frigorífico que ni siquiera estaba enchufado y casi morir congelada mientras jugaba al escondite, y siempre pasaré por alto su participación en otra serie increíble: Cosas de casa, allí interpretaba a Maxine, la mejor amiga de Laura Winslow.
Y así podría seguir y seguir, porque son muchas las series que destacaban por aquella época, y que dejaron un recuerdo dulce en mí.
Y vosotros, ¿recordáis vuestra favorita?
¿Quién no recuerda El Inspector Gadget, Los Trotamúsicos, Oliver y Benji, Willy Fog, Basket Fever, David El Gnomo, Blossom, Cosas de casa, Padres Forzosos, Los caballeros del zodiaco, Las Gárgolas, Carmen Sandiego, Malcolm, Pepper Ann, Delfi y sus amigos, Los Fruitis, La Pajarería de Transilvania…? Lo sé, lo sé, seguro que me he olvidado de tu favorita, pero es que hay tantas…
Mi serie, por excelencia, era Punky Brewster. No es necesario que os cuente de qué iba la serie, ¿no?
Me transmitía mucha ternura, y su originalidad me fascinaba: hubo una temporada en la que me obsesioné demasiado, y me ponía un calcetín de cada color, pura imitación. Pero dejando experiencias personales a un lado, aquella serie tenía algo especial para mí, no sabría explicaros por qué: tal vez por la colorida casa del árbol, ¿os acordáis? , o por la habitación y la cama de Punky… ¡una pasada para mis años!
La mayoría de vosotros sabréis que aquella niña rebelde y extravagante creció, cambió por completo y participó en otra serie, Sabrina (de la que yo también me consideraba seguidora hace tiempo) interpretando el papel de Roxie King, amiga y compañera de piso de la excepcional bruja.
Y como olvidarme de Cherie, la mejor amiga de Punky. A esta niña siempre la recordaré por meterse en un frigorífico que ni siquiera estaba enchufado y casi morir congelada mientras jugaba al escondite, y siempre pasaré por alto su participación en otra serie increíble: Cosas de casa, allí interpretaba a Maxine, la mejor amiga de Laura Winslow.
Y así podría seguir y seguir, porque son muchas las series que destacaban por aquella época, y que dejaron un recuerdo dulce en mí.
Y vosotros, ¿recordáis vuestra favorita?
jueves, 19 de noviembre de 2009
Sí, veo la televisión
Aprovechando que soy estudiante de una carrera de comunicación, me parece apropiado estrenarme así: dirigiéndome a vosotros para contaros cuál es mi visión acerca de una herramienta básica en el día de hoy: la televisión. Y es que el mundo televisivo va a ser, desde hoy, el hilo conductor de la mayoría de mis posts. Espero que os guste tanto como a mí sumergiros en esta trepidante aventura que hoy da comienzo, porque sí, yo veo la televisión, ¿y vosotros?
Para una gran mayoría, la caja tonta cada día se atolondra un poco más. La tele es un instrumento vulgar en el mundo periodístico, un contenedor circense, que, reconozco, me gusta, veo y sigo, no con demasiada asiduidad, pero la suficiente, al menos.
Una cosa que me llama mucho la atención es que existe mucha hipocresía en torno al mundo del telespectador, nadie ve la tele pero muchos saben que hace pocas semanas tres indígenas entraron en la casa de Gran Hermano, o que la guerra Esteban VS Campanario se pierde o gana en los platós de Sálvame o Espejo Público.
Realmente, es fácil entender el por qué de todo este rechazo a la televisión: el incremento de la telebasura en estos últimos años. Se reclaman más programas documentales, más información y se recrimina, una y otra vez, el grandísimo incremento del periodismo rosa o de corazón que supuestamente nadie ve. ¿Y cómo se explica entonces que el especial sobre Isabel Pantoja (y sus asuntos escabrosos) fuera el programa más visto del pasado miércoles? Gusta el morbo, y todo esos formatos en los que abundan las riñas, los gritos, los escándalos y la polémica generan audiencia. Se mantienen en la parrilla de programación, ¿por qué? Porque las gente los ve, así de simple. Es un círculo vicioso, en el que priman única y exclusivamente los intereses económicos, y los límites éticos son desechados.
A lo largo de mis posts intentaré adentrarme en profundidad en el mundo de la tele y mostraros, poco a poco, aquellas novedades, curiosidades o "batallas" que vayan surgiendo y que más me llamen la atención.
¿Os sentáis conmigo a ver la tele?
Para una gran mayoría, la caja tonta cada día se atolondra un poco más. La tele es un instrumento vulgar en el mundo periodístico, un contenedor circense, que, reconozco, me gusta, veo y sigo, no con demasiada asiduidad, pero la suficiente, al menos.
Una cosa que me llama mucho la atención es que existe mucha hipocresía en torno al mundo del telespectador, nadie ve la tele pero muchos saben que hace pocas semanas tres indígenas entraron en la casa de Gran Hermano, o que la guerra Esteban VS Campanario se pierde o gana en los platós de Sálvame o Espejo Público.
Realmente, es fácil entender el por qué de todo este rechazo a la televisión: el incremento de la telebasura en estos últimos años. Se reclaman más programas documentales, más información y se recrimina, una y otra vez, el grandísimo incremento del periodismo rosa o de corazón que supuestamente nadie ve. ¿Y cómo se explica entonces que el especial sobre Isabel Pantoja (y sus asuntos escabrosos) fuera el programa más visto del pasado miércoles? Gusta el morbo, y todo esos formatos en los que abundan las riñas, los gritos, los escándalos y la polémica generan audiencia. Se mantienen en la parrilla de programación, ¿por qué? Porque las gente los ve, así de simple. Es un círculo vicioso, en el que priman única y exclusivamente los intereses económicos, y los límites éticos son desechados.
A lo largo de mis posts intentaré adentrarme en profundidad en el mundo de la tele y mostraros, poco a poco, aquellas novedades, curiosidades o "batallas" que vayan surgiendo y que más me llamen la atención.
¿Os sentáis conmigo a ver la tele?
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