Tenía especialmente abandonado el blog y aunque sé que nadie leerá esto... necesito escribir, y no de la tele, pilar básico de este blog, sino de algo que, relacionado o no, me atormenta últimamente.
Siempre fue vocacional, siempre; y hoy parece que la ilusión se está perdiendo. Quizá la vocación no existía, y disfracé mis inocentes juegos con la profesión que de mayor escogí. Llegados a este punto ni siquiera soy profesional, ni quiero dar oportunidades a mi incierto futuro.
No sé nada del porqué de esta desconfianza. Hoy, al menos, hace sol y aunque siempre suele regalarme varias sonrisas extras, hoy no las noto conmigo. Esta situación me cansa, me agota y puede conmigo. Acabo de mal humor día sí, día también, me vuelvo irascible, frágil y maniática, y creo que tampoco lo merezco.
Resquebrajando, cuarteando, agrietando, rajando. Como el terremoto al suelo, la pasividad a mi vocacion. Espero que mi debilidad tan sólo sea fruto del calor de estos días.
jueves, 1 de julio de 2010
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"Agrientado... Como el terremoto al suelo, la pasividad a mi vocación"
ResponderEliminarJamás he sabido si fue vocacional, creo que ya es demasiado tarde para saberlo. El futuro siempre es incierto, por eso se le llama futuro. Pero esa incertidumbre hace la vida tan especial.
No dejes que un poco de calor resquebraje las ilusiones con las que un día soñaste y por las que llevas luchando tanto tiempo.
Y sí hay alguien que lee esto ;)